Estrella Serna

Bodas de plata

12 Mar, 2021

25 febreros de concurso de Carnaval en Córdoba

El Carnaval cordobés celebra sus bodas de plata. Tras la época en la que se prohibía su celebración en la calle con la censura en las letras de las coplas, Don Carnal, que había vivido a la sombra de la calle Montero, San Agustín y alrededores durante décadas, salió de lo furtivo para hacerse realidad en el primer concurso de Agrupaciones Carnavalescas de 1983 celebrado hasta dos años más tarde, en el antiguo cine Góngora, donde ya despuntaron dos de los grandes autores. «Fantasía Gitana», de Pablo Castilla, se alzó con un primer galardón en la modalidad de comparsas. En las chirigotas, fue primer premio el autor cordobés Antonio Navajas, «El Pelos», con su agrupación «Los Jaimitos».Ochocientas agrupaciones han pasado por el concurso en este cuarto de siglo, pero la historia de todo este tiempo estaría en blanco sin hablar de personas como la señora Rosario, cuyos claveles significan para muchos autores más que cualquier premio. La madre de dos de los carnavaleros más relevantes, los hermanos Castilla, regala a cada agrupación claveles de colores al terminar la función arrancando sonrisas y algún que otro pasodoble en su honor.Con la chirigota infantil «Los deshollinadores», el pregonero del Carnaval de Córdoba 2007, Antonio Cobos, inició su andadura en 1983 en el concurso de coplas con una trayectoria carnavalesca que le ha valido más de un primer premio en la modalidad de chirigotas, comparsas y cuartetos.

Evolución en registros

Hay quien dice que ya no se escuchan comparsas como las que se oyeron tanto en el concurso del cine Góngora como en el Palacio del Cine (sede del concurso en 1986) y durante los primeros años en el Gran Teatro de Córdoba (desde 1987 hasta la actualidad). Aquéllas sonaban «a antiguo». Tenían el compás originario del tres por cuatro clásico que, en nada de parece a los melódicos pasodobles de «La vieja Banda» o «Alma en Pena», comparsas de Miguel Amate, porque, a pesar de que este año sólo hay seis comparsas locales, la evolución en registros vocales, instrumentos y puesta en escena de estas agrupaciones cordobesas desvela un Carnaval maduro fruto de un trabajo de años unido a un fervor a la fiesta que pasa de padres a hijos.

De esta manera, el joven chirigotero de 24 años, Rafael Cámaras-Altas, lleva a sus espaldas seis chirigotas como director desde «Los pastilleros del 2000», tomando el relevo a su padre, Manuel Cámaras-Altas, otro chirigotero cordobés consagrado en el mundo del carnaval que dejó para el recuerdo chirigotas como «Los vendedores antiguos» en 1986.

Murgas en Cádiz

Las polémicas «emigraciones» que sufre el concurso tienen su referente en la primera murga cordobesa, término ya desaparecido, que pisó las tablas del «Templo de los ladrillos «Coloraos»», como se conoce al Teatro Falla. Fueron «Los Scocios», de Rafael Castro en 1967, los que pisaron tierras gaditanas cuando en Córdoba sólo había pequeños certámenes de coplas con la criba de letras propia de la época. También la chirigota de Pepe Carrillo, «Vuelva usted mañana», que criticaba las ineptitudes de la burocracia cordobesa, surcó las tierras de la antigua Gades en 2000, junto a «Los Ultimos Bandoleros».Y más recientemente, David Amaya, «Agüito» pasó a la semifinal del concurso del teatro Falla con «Los papasfritas» en 2002, Este año, este gaditano medio cordobés hace «doblete» con unos cincuentones «pejigueras», «Los Tiquismiquis», sin quedar fuera de las habladurías de quienes no se han enterado todavía que Cádiz es la cuna del carnaval y quien pisa las tablas del teatro Falla mece la felicidad «entre sus brazos».

Actual concurso

En el actual concurso cordobés se echa en falta a comparsistas como «El Austria», autor de «La Fragua» y «Barro», a Pepe Martínez y Pepe Ponce. Los hermanos Lara (Miguel y Eduardo), conocidos por «Los Cabezones», también dejaron en el recuerdo buenos cuplés y su típica adivinanza que incluían siempre en el popurrí de aquellas «Las Hadas Madrinas» o «Más paraos que una ovispa en un pilón» en 1996. El cuartetero Pepe «El Latas» hacía desternillarse al respetable desde las butacas hasta el «paraíso» del Gran Teatro.La modalidad del cuarteto, se inició en 1984, cuando, por primera vez se subieron a las tablas del Cine Góngora «El guarda jurado, fotógrafo de los patos, la marmota, el soldado» de Pepe Martínez. Un sinfín de autores que ya no están y que han escrito con puño y letra la historia del carnaval.Algunos carnavaleros dicen que para volver a la esencia, el carnaval cordobés tiene que salir del pueblo, fuera de los formalismos del concurso del Gran Teatro que, en la última década, se ha visto relegado a poco más de una veintenade grupos. Sin embargo, en las 26 agrupaciones que pisarán las tablas del teatro este año, habrá comparsas, chirigotas y cuartetos que están hoy pero que, como falta la cantera (este año no se presenta ninguna chirigota infantil) tendrán que resistir durante años si quieren mantener la llama de febrero.Sin embargo, muchas voces como la de Antonio Navajas «El Pelos», hijo del mítico chirigotero del mismo apodo o Eduardo Molero «El Chache» con sus «Galox» o «Somos de California pero no somos naranjas» (que este año han dado una tregua a los más jóvenes) parecen asegurar, al menos, las bodas de oro del concurso. Un carnaval de autor donde ya despuntan nuevos comparsistas como José Miguel Ibáñez que, desde «El Guardián», en 2001, se ha instalado en la historia del carnaval cordobés.Una historia reciente cuyas páginas han sido escritas por un gaditano afincado en Córdoba, David Amaya, «Agüito», que ha creado la Asociación de Autores y Directores del Carnaval de Córdoba. Un soplo de vida en el veinticinco cumpleaños del concurso que con una vista al pasado pretenden aprender de los grupos de antes con el toque de juventud de las nuevas agrupaciones.

Publicado en ABC Córdoba.