Los hermanos Cerezo son maestros artesanos de la este tipo de técnica cordobesa por excelencia y también son una fuente de sabiduría sobre la importancia de dos tacos de madera friccionados con las manos es todo lo necesario para entrelazar hilos de metales preciosos y formar la filigrana cordobesa, una técnica traída por los judíos de Damasco que llegaron al Califato para dejar una herencia que hoy emplea a más de 15.000 personas.