Aunque pueda resultar extraño, Teresa de Jesús y Maimónides tienen un importantante nexo de unión: la tradición judía; conversa una y sefardí el otro y el hecho de que ambos legados forman parte del patrimonio inmaterial de la cultura europea, donde además, la mujer ha sido clave para el desarrollo de la sociedad actual.
El director de la biblioteca del Parlamento andaluz y propietario de la Casa Sefarad en Córdoba, el historiador, bibliotecario y documentalista Sebastián de la Obra ha recorrido la historia y el presente de Córdoba y de la tradición judeocristiana de la Península Ibérica.
Cuando se conmemora el 700 aniversario de la construcción de la Sinagoga de la capital, situada en la Calle Judíos, unas casas más adelante, de la Obra abre las puertas de su centro de documentación y museo para celebrar conferencias, visitas guiadas por él mismo y una exposición sobre la mujer en la cultura judía, lema de la Semana Europea de la Cultura Judía que se celebra en todos los países de la UE con pasado hebreo.
“Córdoba es el corazón es la capital de los sefardíes, tanto judíos como conversos, por la magnitud de su Judería y por la vasta élite cultural cordobesa, de entre los que Maimónides es un referente de la Historia Mundial”, afirma, sin lugar a dudas, De la Obra.
Además, de entre todos los pensadores, filósofos, médicos, y traductores que parió esta tierra, hay una mujer que merece especial atención: María de Cazalla, “una cordobesa de gran relevancia en la tradición mística cristiana perseguida por la Santa Inquisición en tiempos de la Reforma Española por plantear que no era necesaria la presencia de frailes mediadores para que una persona se comunicara con Dios”.
Para valorar el papel de las judeoconversas al Cristianismo, en las que se encuentra Santa Teresa de Jesús, De la Obra lleva un año investigando en libros de todos los idiomas y autores.
Fruto de ello ha resultado un material brillante sobre mujeres hebreas míticas y personajes sefardíes femeninos históricos, cuyo legado ha construido la actual sociedad contemporánea, a pesar de ser muchas de ellas víctimas de la Inquisición.
En este sentido, Córdoba vuelve a ser relevante por el hecho de que, según los documentos de sentencias de muerte del citado Tribunal Eclesiástico, “todas las mujeres cordobesas ajusticiadas tenían un oficio: eran panaderas, médicas, banqueras”.
Y es que la élite cultural del cimiento de lo que llamamos tradición europea se encuentra en gran parte en la cultura judía, por su influencia en el pensamiento, en las costumbres y hasta en el lenguaje, y en el papel de la mujer, relegado a un segundo plano en los libros de Historia, según explica este apasionado de la cultura sefardí.
Por eso, en sus conferencias, que se unen a las actividades culturales y gastronómicas “Otoño Sefardí en Córdoba” que se están celebrando de manera paralela en la ciudad con, De la Obra pone nombre propio a las mujeres judías o conversas que escribieron en femenino gran parte de la historia de nuestra sociedad contemporánea donde calcula que hay 15 millones de hebreos, 50.000 de ellos, en España.